El temor en la mayor parte de los casos proviene de experiencias negativas propias o ajenas.

¨Aproximadamente el 25% de las personas sufren una situación de miedo, ansiedad o fobia a la hora de ir al dentista, lo que afecta a la salud bucal, ya que, al pasar por esas situaciones y no poder asistir de manera preventiva, se desarrollan las caries y probabilidades de perder las piezas dentales¨, explicó la jefa de la División Odontología del Siprosa, Susana Blunda.

¨Hay un trabajo publicado por The Journal of Periodontology, revista científica de la Academia Estadounidense de Periodoncia (AAP), donde habla acerca de los pacientes que padecen dolor por el miedo, quienes esperan de 15 a 17 días con dolor hasta llegar al dentista, causado por esa sensación negativa que le genera ir a una consulta¨, agregó.

Según la referente, el temor al dentista suele iniciarse en la infancia cuando ha ocurrido una situación traumática donde la fobia con el tiempo se va desarrollando y quedando en la memoria del niño hasta la edad adulta: ¨ Si esta situación no se gestiona adecuadamente, puede llegar a consolidarse como una fobia, según psicólogos consultados. Por ello, es fundamental detectar los primeros síntomas de ansiedad en los niños y usar técnicas para aliviarlas¨, indicó.

Con respecto a cómo pueden manifestarse los miedos, la odontóloga señaló: ¨Suelen darse de manera física, muchas veces con llanto antes de ingresar a la consulta, no cooperando al profesional, incluso hasta no dejando que el odontólogo lo examine, además puede haber taquicardia, sudoración, respiración agitada, y, en algunos casos, también hasta fingen que les duele la panza, tienen ganas de vomitar, etcétera¨.

En relación a las razones por las cuales pueden producirse estas situaciones, la referente indicó que hay una correspondencia directa entre la relación dental y las experiencias odontológicas negativas, por lo que lo ideal es que, cuando el niño tenga entre 2 y 3 años, comience las visitas regulares al consultorio odontológico para que vaya conociendo el lugar y para aplicar técnicas de prevención con flúor, le enseñen técnicas de cepillado, entre otras.

Siguiendo la misma línea recomendó: ¨El niño debe ir al dentista para prevenir con sus dientes sanos y no llegar luego con caries y dolor, ya que los tratamientos para solucionar estos problemas pueden ser más traumáticos, pueden implicar colocación de anestesia, tratamientos de conducto o extracción, que provocan el miedo y la solución inmediata del paciente de no volver más al consultorio¨.

La experiencias negativas directas no son las únicas que causan el miedo al dentista, los padres también pueden transmitir esta negación: ¨Se vio que hay una co-relación entre el miedo al dentista de los adultos y los niños, tienen que ver con cómo es la silla que se utiliza, los sonidos y las sensaciones incómodas que no siempre son agradables, por lo que es importante que los padres sean conscientes de iniciar con la odontopediatría, con un profesional especializado en atención de niños cuyas técnicas y formas de atención son diferentes para poder contenerlo¨.

En tanto, la especialista insistió: ¨Es importante que los referentes les den el ejemplo a los niños, llevarlos a realizar una revisión, que conozca a su dentista, que interactúe de manera que pueda conocer los elementos con los que trabaja, que realicen educación preventiva y, sobre todo, es recomendable que nunca realicen comentarios negativos respecto de alguna experiencia o miedo personal. Los papás son una fuente de seguridad para los hijos siempre¨.

Para finalizar, Blunda dijo que quienes deseen comenzar a llevar a sus hijos a especialistas en odontopediatría, el hospital de Niños cuenta con odontólogos sumamente capacitados para atender niños con estrategias y formas de motivar a los chicos para disminuirles la ansiedad y los miedos para el inicio de una vida saludable.

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