El Día Nacional por una Argentina sin Chagas se conmemora desde el 2015 los últimos viernes de agosto, por iniciativa del Ministerio de Salud de la Nación y la adhesión de las provincias. Este viernes 30 se realizará una jornada de 9 a 12 horas en plaza Independencia.
Esta conmemoración tiene por objetivo promover la participación y el compromiso de la comunidad, a partir del trabajo conjunto para desnaturalizar la enfermedad de Chagas, tomar conciencia acerca de esta problemática y romper el silencio que la rodea.
La jefa del Programa Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores, Antonia Lavenia, explica: “Esta patología se trasmite de diversas formas, pero en este momento las más habituales son dos: por medio de la vinchuca, que cuando pica a un animal o una persona infectada extraen el parásito y luego pica a otra persona. Por las defecciones sale el parásito infectado, éste penetra en las personas a través de la mucosa, de los ojos o boca por ejemplo, y se distribuye por la sangre a los diferentes tejidos. La otra forma de contagio, que actualmente es la más importante en Argentina y Tucumán, es de una mamá embarazada que tiene chagas positivo a través de la placenta a su bebé”.
Esta última forma de contagio representa en Tucumán aproximadamente el 3.5 por ciento de mamás infectadas que pueden pasar por el embarazo el parásito y un 2 por ciento de personas con chagas crónico.
Asimismo, la profesional destacó que las viviendas en las que se encuentra el insecto son rociadas y las vinchucas capturadas para ser estudiadas y detectar si están parasitadas. Para el control del chagas connatal se realiza un diagnóstico a todas las embarazada y el seguimiento de los hijos de madres reactivas.
Cabe destacar que el diagnóstico y el tratamiento son gratuitos y se realizan en todos los centros de atención primaria. El diagnóstico temprano de esta enfermedad tiene mayor probabilidad de cura; por lo que se insiste en el control de las embarazadas y en el estudio hasta el año de edad del hijo de madre reactiva, ya que esta es la forma de contagio más frecuente en Tucumán, con una prevalencia del 3,2 por ciento.