Cada 13 de abril se celebra el Día del Kinesiólogo para reconocer y conmemorar la labor de estos profesionales, hoy con un rol clave en el tratamiento de pacientes internados.
“Mi idiosincrasia siempre tuvo que ver con ayudar al prójimo y hoy mi profesión, tanto a mí como a mis colegas y a los profesionales de la salud, nos pone al servicio más que nunca del otro. Tenemos la obligación de asistir a las personas para lograr que su salud se restituya de la mejor manera y puedan volver a sus hogares”, expresó el jefe de la Unidad de Kinesiología del hospital Centro de Salud, José Luis Argañaraz.
Argañaraz explicó: “El kinesiólogo interviene al paciente en su estado más agudo a través de la monitorización de la ventilación mecánica. Es quien garantiza que las vías aéreas estén libres y permeables, toman muestras de secreciones respiratorias y cuidan al paciente en general evitando ulceras por presión, cambiándolo de posición cada cierto tiempo, y procuran mantener el trofismo y el tono muscular mediante la movilización regular. Con respecto a qué tipos de enfermos atienden, dijo que tratan con pacientes críticos y con pacientes con casuística descartada; es decir, aquellos que ingresan con sospecha pero que de igual manera deben cumplir con aislamiento hasta que se la descarte por completo.”.
Quienes trabajan en salud brindan su saber y tienden su mano a quienes están en situaciones vulnerables. Pero para poder hacerlo deben tener cuidados no sólo a nivel físico en lo que a bioseguridad se refiere, sino también a nivel psíquico: “Quienes estamos en contacto con la enfermedad cara a cara todos los días debemos mantener nuestra cabeza tranquila para poder brindar el mejor servicio a los pacientes sin dejar de cuidarnos nosotros”, expresó el especialista.
Con respecto a cómo se prepararon para hacerle frente a la pandemia, el jefe de la Unidad de Kinesiología comentó que el Ministerio de Salud Pública los capacitó desde antes de que se confirmara el primer caso en la provincia a nivel científico con los cuidados de bioseguridad que debían cumplir a la hora de trabajar y también para relacionarse con el paciente, extremando todas las medidas.
Además, agregó que se están actualizando constantemente, en tanto avanza la patología, para brindar excelencia en la atención a los tucumanos que la requieran.
“El agradecimiento y la mirada de un paciente que se va recuperado a su casa, nos llena el alma y el corazón. No tiene precio para nosotros verlos irse con una sonrisa y agradecidos por la atención que les brindamos”, finalizó el kinesiólogo.