La tocoginecóloga y mastóloga del Instituto de la Maternidad, Ruth Vanessa Díaz, destacó que para poder detectarlo a tiempo es importante que las pacientes tomen conciencia del autoexamen mamario, que se lo pueden aplicar a cualquier edad. 
El cáncer de mama es una patología que si se diagnostica a tiempo tiene un porcentaje de curación que puede llegar al 90 por ciento. La detección se realiza por medio de una mamografía, que es una radiografía de las mamas. Con este estudio es posible encontrar la lesión cuando es muy pequeña y todavía no se palpa. Esto permite que haya más posibilidades de curación.
En la oportunidad, la profesional explicó que el autoexamen mamario sirve para conocer el estado de las mamas. Para esta inspección se usan los ojos y las manos para determinar si hay algún cambio en su aspecto y composición. “El mejor momento para hacerse un autoexamen de las mamas es después del periodo. Las mamas no están tan sensibles o con protuberancias en ese tiempo en su ciclo menstrual. Y en el caso que no menstrue, el examen debe hacerse el mismo día todos los meses”, detalló.
Cómo hacerlo
Acostarse boca arriba. Es más fácil examinarse todo el tejido mamario si está acostada.
•    Colocar la mano derecha por detrás de la cabeza. Con los dedos del medio de la mano izquierda presione suave pero con firmeza haciendo movimientos pequeños para examinar toda la mama derecha.
•    Luego, estando sentada o de pie, palpar la axila, ya que el tejido mamario se extiende hasta esta zona.
•    Presionar suavemente los pezones, verificando si hay secreción. Repita el proceso en la mama izquierda.
Luego, pararse frente a un espejo con los brazos a los lados.
•    Mirar las mamas directamente y en el espejo. Busque cambios en la textura de la piel, como hoyuelos, arrugas, abolladuras o piel que luzca como cáscara de naranja.
•    Igualmente observar la forma y el contorno de cada mama.
•    Revisar para ver si el pezón está hundido.
Hacer lo mismo con los brazos elevados por encima de la cabeza. La mayoría de las mujeres tienen algunas protuberancias. El objetivo es encontrar cualquier detalle nuevo o diferente.
“Toda paciente debe realizarse un control anual. Un chequeo que dura entre dos o tres semanas, en completar los estudios, deja tranquila a la paciente ya que se pueden detectar patologías a tiempo y los tratamientos son menos agresivos cuando la lesión es más pequeña”, explicó Díaz.
Además, la profesional indicó que habitualmente en las pacientes de menos de 40 años se pide una ecografía mamaria como método de diagnóstico, porque las características de la mama no son las mismas en una paciente joven que en una más añosa.
“Pedir una mamografía no es muy útil en una paciente menor porque no se verá claramente en la imagen. Lo que debemos resaltar es que muchas veces las pacientes retrasan la consulta por miedo al diagnóstico, y llegan cuando la enfermedad está avanzada y el tratamiento resulta a veces agresivo. Cuanto más temprana es la consulta, el tratamiento es más leve porque la lesión es más pequeña. Los cánceres detectados a tiempo se curan”.

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