La población en general identifica la incontinencia urinaria mucho más con la mujer, pero también es frecuente en los hombres, así comienza la explciación sobre esta patología Javier Semrik, del servicio de Urología del hospital Centro de Salud

En este sentido, el profesional indicó que algunos de los factores predisponentes a la incontinencia en la mujer son: el parto, la mujer puérpera, la menopausia y en muchos otros casos no hay factores desencadenantes. “En la mujer hay dos grandes grupos, aunque la mayoría son mixtos, pero se puede separar por un lado a la mujer que tiene incontinencia más relacionada con la urgencia miccional que se debe por hiperactividad del detrusor (músculo de la vejiga,); y por otro lado por hipermovilidad uretral, que se da a partir de la menopausia por un déficit de la musculatura vaginal, que es la que fija la uretra y que al tornarse más móvil predispone a la perdida de orina”, detalla
La incontinencia relacionada con la hipermovilidad uretra, es más que nada incontinencia de esfuerzo que es la que se da en la mujer cuando tose, estornuda o tiene algún tipo de actividad física. Y la otra relacionada con la urgencia miccional es justamente la persona que tiene ganas de ir al baño y a veces pierde algo de orina antes de llegar.

Semrik, destacó que esta no es una patología de gravedad o que ponga en riesgo la vida del paciente, pero si lo condiciona socialmente de una manera extrema, ya que son personas que dejan de salir. “Muchos no salen si no tienen un baño muy cerca. Nos pasa mucho con pacientes del interior que no aguantan más de media hora o 45 minutos sin ir al baño por lo que esta situación los pone en una situación de incapacidad muy importante”.

Además, resaltó que lo más importante es el diagnóstico: “Hay que realizar un buen interrogatorio y examen físico, que se llama anamnesis, y a partir de eso para estudiar la incontinencia se hace un estudio urodinámico mediante el cual sabemos si nos orientamos hacia una incontinencia de esfuerzo o hacia una por hiperactividad del detrusor. Una vez que nos encasillamos hacia alguno de los dos, aunque la mayoría son mixtos siempre prevalece una de las dos nos enfocamos en el tratamiento”.

En la oportunidad, el urólogo indicó que el tratamiento en el caso de la hipermovilidad de la uretra se puede mejorar el sostén uretral, de la mujer, mediante la administración de hormonas. “Esto se  hace en conjunto con el ginecólogo, o se opera y se coloca una malla que da sostén a esa uretra y mejora l incontinencia”.

En cambio en el caso de la incontinencia está orientada con la hiperactividad del detrusor dijo: “Tenemos básicamente a gran escala dos tratamientos, uno es con medicamentos que bloquean determinados receptores de la vejiga, y la otra opción es la inyección de botox endovesical. Mediante vía endoscópica se inyecta botox en la vejiga y así tratamos la hiperactividad del musculo de la vejiga”, explicó.

Por último, el profesional destacó: “Lo más importante es la detección precoz y la consulta al profesional, porque si bien no pone en riesgo la salud física del paciente, si lo hace con la salud mental ya que da incapacidad a la persona para desarrollar su vida normal”.

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