Agentes penitenciarios detectaron además psicofármacos que habían sido arrojados al «voleo».

En la constante lucha contra el narcotráfico y el consumo de estupefacientes y psicofármacos, personal del Servicio Penitenciario del Complejo de Villa Urquiza, llevó adelante durante la última semana, tres procedimientos que dejó como saldo el secuestro de marihuana y psicofármacos. Al respecto, el subsecretario de Asuntos Penales, Esteban Zaracho; brindó detalles de dichos procedimientos y como trabajan para impedir que los estupefacientes lleguen a manos de los internos.

“La última semana tuvimos tres procedimientos, como consecuencia del voleo, donde se secuestró una importante cantidad de marihuana y de psicofármacos. En la primera intervención se secuestró 20 gramos, en la segunda 114 gramos y en el tercero de 14 gramos, más 50 psicofármacos que fueron desnaturalizados por orden de la autoridad judicial interviniente”, detalló Zaracho.

En este sentido, el funcionario resaltó la efectividad del personal, “gracias a la intervención del Poder Ejecutivo, del gobernador Juan Manzur, que ha materializado la incorporación de 353 nuevos agentes, lo que nos favoreció en el sistema de vigilancia en los muros. Esa cantidad de ingresantes nos permitió completar las almenas en su totalidad lo que indica que, hoy por hoy, podemos decir que tenemos los 14 puestos cubiertos, eso por supuesto trae aparejado un mayor control en este tipo de actividades porque hay una vigilancia permanente y constante las 24 horas”, remarcó.

Todos los procedimientos realizados en el Sistema Penitenciario, llevan un registro clasificado que permite un mejor análisis y organización del trabajo en las guardias para impedir que estos hechos se consumen a favor del interno, de acuerdo a ello, el subsecretario explicó “nosotros llevamos un registro meticuloso de todo lo que son secuestros, tanto en el área de estupefacientes, como en el área de psicofármacos y de elementos electrónicos como ser teléfonos o algún otro elemento que sirva para interferir en las actividades propias de la actividad penitenciaria, como así también de las puntas o artefactos que usan para dañarse o lesionarse entre los internos”.

Por último, en cuanto al comportamiento, sostuvo que aquellos que estudian pueden conseguir, desde el punto de vista de la condena, puntos a favor; mientras que, en el caso de detectar al receptor de algún voleo o secuestro de algún elemento prohibido, se les quita puntos. “Así como existe un sistema que ampara o beneficia al interno como el estímulo educativo, cuando termina la escuela primaria, secundaria o inician una actividad en la facultad que tiene el sistema libre de estudio, se le da un punto extra a favor del interno. No obstante, todas las actividades que están vinculadas a los secuestros o cuando se detecta al interno receptor del voleo, en este caso, tiene un puntaje en contra, es decir que va disminuyendo el puntaje a favor que tenía”, afirmó.

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