La polineuropatia es una patología de distintas causas pero que afecta más frecuentemente a pacientes con diabetes. Y a nivel neurológico es una consulta muy frecuente, ya que los pacientes suelen ser derivados por el endocrinólogo o diabetólogo para estudiar los síntomas que se dan. Las personas con polineuropatías tienen afectado principalmente el sistema nervioso periférico.

Al respecto Daniela Graci, médica neuróloga coordinadora de la Unidad de Epilepsia y Trastornos del Sueño del hospital Avellaneda, comentó que los síntomas principales son hormigueo, sensación de quemazón y picazón en manos y pies. “Esto se da porque la hiperglucemia, es decir los grandes niveles de azúcar en sangre, lastima los pequeños vasos sanguíneos que dan irrigación a los nervios periféricos”, aclaró.

Aunque la causa más frecuente es la diabetes puede tener otros orígenes y afectar a personas sin esa patología. Por ejemplo, la intoxicación con plomo o metales pesados. El tratamiento es sintomático, de origen neurológico. “Tratamos el síntoma con drogas de la familia de los antiepilépticos o de los antidepresivos pero lo fundamental es el control del azúcar para que esto se detenga y dejen de lastimarse los nervios”.

Además es un tratamiento a largo plazo que acompaña al de la diabetes por el resto de la vida del paciente, excepto que haga un cambio radical en su control de glucemia y mejore la diabetes en sí.

El diagnóstico puede ser clínico y en la consulta médica con el examen físico del paciente se puede hacer una aproximación al resultado. “Hay exámenes complementarios para confirmar el diagnóstico, como el electromiograma, que es un estudio que se hace en miembros periféricos, realizado también por los neurólogos y esto corrobora el diagnóstico”, detalló la especialista.

En caso de no controlarla, el avance de esta patología significará que el paciente dejará de tener esa sensación de comezón, de parestesia o de hormigueo para perder la sensibilidad de los miembros. Y en caso de lastimarse, el paciente no va a sentir dolor. “Va a perder el signo de advertencia de que se ha producido un daño en la piel y que se rompió la barrera de defensa. Así pueden ingresar gérmenes o bacterias y formarse el famoso pie diabético, por ejemplo. Este presenta úlceras que no son dolorosas y el paciente no las advierte”.

De acuerdo a la profesional, todo esto se puede prevenir con un buen control glucémico. Si se controlan los niveles de glucosa en sangre, sumado a una dieta saludable y actividad física, se previene el daño a los nervios.
Las consultas neurológicas se pueden realizar a través de telemedicina, pidiendo un turno desde la App TucSalud o desde el 0800-4444-999 de Salud Escucha.

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